Inexplicablemente el carro se elevó un instante antes de golpear a la niña, chocando estrepitosamente contra la pared; para luego terminar estacionado sobre uno de los postes del parqueo, el cual impidió milagrosamente que el carro golpeara a la niña.
¡Esto es un verdadero milagro de Dios!
Dios salvó a un angelito, a una pequeña niña de morir aplastada por un vehículo fuera de control.
La niña salió ilesa, ¡GRACIAS A DIOS!
El conductor del vehículo fue acusado de conducir en estado de ebriedad, y ya fue suspendida su licencia.
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